El desprendimiento de una de sus manos , denunciado por la asociación Huermur el pasado mes de noviembre, fue providencial. De otra manera nadie hubiera reparado, quizá hasta que fuera tarde, en el grave deterioro del popular monumento que en El Carmen honra a uno de los murcianos más ilustres de todos los tiempos: José Moñino y Redondo, conde de Floridablanca.El pasado viernes, el concejal de Patrimonio, Rafael Gómez, junto a un equipo de expertos, visitó la escultura para conocer de primera mano el estado del monumento y los trabajos a abordar. El estudio y las propuestas de intervención han sido realizadas por el centro de conservación y restauración Asoarte, bajo la dirección de Loreto López Martínez. La idea es actuar tanto en la escultura de Floridablanca, obra de Santiago Baglietto (1848), como en el pedestal de Bolarín el Viejo (1824) y la fuente que ideara Juan José Belmonte (1848).
Similares desperfectos se han encontrado en la base y, ya en la zona inferior, la «apertura de las juntas de unión de algunos elementos», acaso por el efecto del agua.
El estado del monumento, por tanto, requiere un estudio en profundidad para «promover su estabilidad en el futuro». De ello se encargará un equipo multidisciplinar formado por los arquitectos Juan Pedro Sanz Alarcón y Juan Antonio Pérez Mateos; los restauradores o historiadores Loreto López Martínez, Alfredo Tormo Vidal y Beatriz Olmo López; y el laboratorio Larco Química y Arte, especialistas en la identificación de materiales históricos y sus patologías. El tiempo estimado para concluir el estudio y redactar un proyecto de intervención se sitúa entre los 30 y 40 días.
La actuación más urgente es frenar el deterioro de la escultura que se alza sobre un plinto con un fuste de columna que pertenecía al monumento de Fernando VII. Estuvo ubicado en el centro de La Glorieta, frente al Ayuntamiento capitalino, desde 1831 a 1837.
Piezas reutilizadas
Aún se conserva un dibujo realizado por Ramón Baquero de aquella pieza. Sin embargo, los liberales murcianos reducirían a escombros la estatua de plomo del monarca, si bien el pedestal se conservó, empleándolo luego para que luciera el conde en la nueva alameda que se abrió en El Carmen. También, por cierto, fue atacada otra efigie del mismo rey que había instalada en la actual plaza de Santo Domingo.
El empleo de materiales procedentes de otros proyectos dota de cierta singularidad al conjunto que ahora se pretende restaurar, lo que requiere un estudio en profundidad antes de acometer cualquier proceso. Además, es lo que exige la ley.
La declaración del jardín de Floridablanca como bien de interés cultural (BIC), por decreto de 26 de abril de 2017 y que le otorga la calificación de Jardín Histórico, obliga al Ayuntamiento de Murcia a acometer las actuaciones que garanticen una absoluta conservación, tanto del entorno como de sus componentes, entre ellos las diferentes esculturas que atesora. De hecho, el servicio municipal de Patrimonio inició el pasado 7 de noviembre un expediente para la contratación de los trabajos de rehabilitación. A la oferta concurrieron seis personas y empresas, entre las que quedó finalista Asoarte. El proyecto definitivo será enviado a la Dirección General de Bienes Culturales para su aprobación y servirá de base para la ejecución de las tareas de rehabilitación que sean necesarias. De esa forma, el popular conde volverá a lucir como nuevo.