«¿Qué quería la mano negra?»

La ciudad retembló al primer tañido del toque de Ánimas. Unos, se santiguaron para conjurar la maldición; los más, atrancaron puertas y ventanas, y hasta encendieron lumbres para bloquear el paso por sus chimeneas. Los rosarios volaban de mano en mano. Entretanto, como había ordenado el obispo, el primer fraile salió del Palacio Episcopal. Portaba […]