Recuperar la historia de una antigua devoción, un antiguo sistema de riego y, de paso, los cultivos huertanos que alimentaron a generaciones de murcianos de la pedanía de Zarandona. Este es el triple objetivo que persigue un proyecto que intenta reconstruir la antigua ermita de San Félix, patrón de la pedanía, en unos terrenos públicos ubicados en la carretera de Zarandona, esquina con la avenida Reino de Murcia y frente al restaurante Magna Garden.
El proyecto, que ha sido impulsado por el presidente del Partido Popular en la pedanía, Francisco Esteban, fue presentado la semana pasada en el registro del Consistorio y destaca lo oportuno de recuperar la antigua ermita, aunque ahora dedicada a usos sociales, aparte de los propios de la hermandad del patrón.
En aquel lugar, además, se conserva un remoto pozo artesiano compuesto por una edificación con seis arcos ojivales, rematada por un cupulín y sobre una zona verde que todavía no se ha acondicionado. Este pozo tiene Grado 1 de protección y en su ficha del Plan Especial del Conjunto Histórico (Pecha) se advierte de que deberán evitarse actuaciones que alteren su valor ambiental.
Para sacar adelante el proyecto, se necesita la colaboración de hasta tres concejalías. Desde las de Calidad Urbana y Patrimonio tendrán que autorizar el uso de la zona verde, mientras que corresponde a Urbanismo y Huerta tramitar los permisos necesarios, tanto desde el punto de vista de cesión de un bien histórico como los meros trámites urbanísticos para el desarrollo de la iniciativa.
Francisco Esteban ya se reunió la semana pasada con el concejal de Modernización, Calidad Urbana y Participación, José Guillén, quien señaló que la idea le parece interesante, en lo que respecta a la recuperación de esa zona verde donde, además, lucirá un nuevo huerto tradicional.
El pozo o fuente que se propone restaurar es conocida en la zona como la del Tío Paco Carmona y, en más de una ocasión, ya ha sido propuesta su rehabilitación, tanto desde los distintos gobiernos del PP como desde la oposición. Por otro lado, el pozo está considerado por algunos expertos como uno de los restos históricos en peligro de desaparición. De hecho, basta contemplar la historia para demostrarlo. En aquella zona de la huerta existieron numerosos pozos similares que, en apenas unas décadas, han ido desapareciendo, unas veces bajo el asfalto y otras enterrados.
Respecto a la vieja ermita de Zarandona, también pasó a la historia en la década de los años sesenta, cuando se construyó la actual parroquia, bajo la misma advocación de San Félix de Cantalicio. De todo el proyecto, lo más rápido es recuperar el pozo artesiano y acondicionar la zona, lo que se convertirá en la primera fase de las actuaciones si, finalmente, reciben el visto bueno de La Glorieta.