Mira que nos ha costado. Exactamente cien años y una retahíla de alcaldes han tenido que pasar, con mayor, menor y hasta ninguna fortuna en sus mandatos, para que el Concejo cumpla el compromiso de erigir un busto a uno de los murcianos más célebres de todas las épocas: el periodista Martínez Tornel. La historia de tal injusticia solo se ve mitigada porque el mismo año en que murió, también el mismo en que se anunció el busto, le pusieron su nombre a la prolongación del antiguo Arenal.
Pero eso ya lo ha contado este periódico, el más fiel continuador del espíritu de El Diario de Murcia que creara Tornel, en alguna ocasión. Como también adelantó hace ahora tres meses justos que el Ayuntamiento había decidido cumplir su remoto compromiso (http://goo.gl/Lbq9ge).
La cuestión es que el busto ya está terminado o, cuando menos, eso mantienen fuentes de La Glorieta. Y no me refiero a las fuentes donde se luce otra obra desconocida de González Moreno en forma de angelotes. Fuentes a cuya solvencia solo excede el interés en que se sepa la cosa. Al parecer, la pieza es obra de Juan José Quirós (www.juanjosequiros.es) y en breve se anunciará al público la fecha de su inauguración.
La iniciativa, sin duda, es interesante por la talla del personaje que, desde las páginas de su diario, impulsó incontables campañas siempre en beneficio de los murcianos y, de forma muy particular, de los que habitaban (y a menudo malvivían) en la huerta. Ahora solo falta que, además del busto, se impulse también su conocimiento en los colegios, que eso -me temo- va a ser más difícil.