El Ministerio de Cultura ya ha adjudicado la primera parte de la rehabilitación del conjunto de fortalezas del Rey Lobo, y el proyecto, que comenzará con los primeros trabajos del Plan Director de Recuperación del Castillo de Monteagudo, ha recaído sobre un equipo de profesionales murcianos, el estudio de arquitectura A3A, una empresa dedicada a la recuperación del patrimonio de Murcia con más de 30 años de experiencia.
Una docena de expertos compuesta por cuatro arquitectos, una restauradora, un arqueólogo, dos geólogos y delineantes y auxiliares dirigirá las obras de esta primera fase que, según explicó ayer el concejal de Pedanías y Barrios, Marco Antonio Fernández, consistirá en la «consolidación y aseguramiento de las áreas más delicadas del Castillo, como la zona sur que da hacia la ciudad. Además también se van a acondicionar los accesos y se prepararán rampas para acometer las actuaciones».
Además de eso, esta primera parte de recuperación del monumento también prevé instalar un «nuevo sistema de alumbrado, eliminar algunas restauraciones que se hicieron hace un tiempo, porque no eran las más adecuadas, y el acondicionamiento inicial de seguridad para poder hacer visitas», añadió Francisco Sánchez Medrano, doctor arquitecto y coordinador del equipo de A3A.
La recuperación se iniciará en lo primeros días de 2020 y durará unos cuatro meses
Según dijo, esta fase del proyecto tendrá una duración de cuatro meses y en ella se contemplan las actuaciones más urgentes. Para facilitar la realización de estos trabajos, lo primero que tienen que hacer es «una serie de inspecciones y de toma de datos», para lo que ya han pedido una reunión con el Ayuntamiento de Murcia. La intención de la Corporación municipal en esta cita entre la empresa adjudicataria, el edil y el alcalde, José Ballesta, es «que nos cuenten cuál va a ser su metodología de trabajo y quién va a dirigir cada área», explicó el concejal. Un encuentro que, según fuentes municipales, se producirá a lo largo de la próxima semana.
En cuanto a la fecha de comienzo de las obras, el coordinador del equipo de expertos explicó que el próximo paso es que «el Ministerio comience con la licitación. Nosotros calculamos que, dependiendo de los procesos que haya en marcha, podremos empezar para inicios de 2020». Sánchez confesó que, tanto para él como para su equipo, encargarse de esta primera fase de recuperación del Castillo de Monteagudo «es un reto, una responsabilidad muy grande y un orgullo, porque el concurso ha sido nacional y se han presentado ocho equipos de arquitectos de España. El jurado dijo que nuestra propuesta era la más completa en restauración y la que más se adaptaba al presupuesto». El Ministerio adjudicó estas primeras obras con un valor de 1.100.000 euros.
Transcurridos estos cuatro primeros meses de trabajo, las otras dos fases de restauración «tienen que ver con los recintos más elevados del Castillo. Supongo que saldrán también a concurso público y, por supuesto, nosotros intentaremos redactar el proyecto más completo para intentar continuar con ellas», confesó el arquitecto.
Expropiaciones en la zona
Pero la recuperación del Castillo de Monteagudo es solo la punta del iceberg. Desde el Consistorio prevén que toda la rehabilitación de las fortalezas del Rey Lobo, que tienen una extensión aproximada de 1.550.000 metros cuadrados, se acometa «durante los próximos diez años». El plan municipal es ambicioso y para realizarlo, dijo el edil, «se expropiarán fincas por toda la zona. En total el Ayuntamiento ha previsto 2,8 millones de euros para destinar a la expropiación de esos terrenos en los que se llevará a cabo el proyecto».
«Ya tenemos el centro de visitantes de Monteagudo, que es el punto de inicio de las visitas que ya estamos haciendo en el castillo. Hace poco superamos las 10.000 personas que han hecho esa ruta, porque a la fortaleza no se puede entrar», continuó el edil, y añadió, además, que una parte atractiva de este proyecto es que «las obras se planificarán de forma que sean visitables por los vecinos, de la misma forma en la que hemos trabajado en el yacimiento árabe de San Esteban, donde la gente podía ver en directo el trabajo de los arqueólogos. Se debe pensar en poder visitar las obras para que los ciudadanos puedan ver el proceso».
«Es habitual en los trabajos de restauración monumental que la sociedad participe de los avances que se vayan haciendo, así que nosotros tenemos que preparar itinerarios para que se realicen esas visitas, tanto especializadas como públicas», añadió Sánchez.