UGT ha mostrado este martes su “preocupación por el profundo impacto sobre el empleo que esta estadística refleja, efecto de las medidas de confinamiento decretadas desde mediados de marzo, como consecuencia de la extensión de la pandemia”.

Y es que, “a pesar de que las personas afectadas por ERTES se siguen considerando ocupadas en la EPA, la Región habría destruido 14.700 puestos de trabajo en este trimestre, 32.000 respecto al mismo trimestre del año anterior”.
“Por su parte, la disminución del número de desempleados se debe a que quienes han perdido su empleo en este periodo no han podido buscar otro en situación de confinamiento, pasando a ser considerados inactivos”, ha advertido el sindicato.
Y son cifras que aún podrían haber sido más negativas de no ser por el efecto “colchón” del sector agrícola y el trabajo por cuenta propia, que registran aumentos de la ocupación cifrados en 18.600 y 6.400 personas respectivamente.
“Los mayores damnificados han sido, como viene siendo habitual en cada crisis, el empleo precario, el empleo de las mujeres, el temporal y a tiempo parcial, teniendo como efecto un generalizado aumento de las brechas de género existentes en el acceso y permanencia en el empleo, además de la extensión de situaciones de grave desprotección para los trabajadores y trabajadoras precarios que con mayor dificultad y retraso están accediendo a la protección social”, ha destacado el sindicato.