El rector de la Universidad de Murcia (UMU), José Luján, ha defendido este jueves que la Región “tiene un claustro de profesores con una formación muy fundada para hacer bien su trabajo”.
Luján, a preguntas de los periodistas sobre el Decreto del ‘pin parental’ y la advertencia de VOX de romper el acuerdo de Presupuestos de la Comunidad, considera que la universidad “siempre ha defendido los valores de la inclusión, la diversidad, la igualdad o la no diferenciación”.
“Eso es santo y seña de una institución que se dedica a generar y a transmitir conocimiento y cada administración tiene que tomar las decisiones políticas que le corresponden”, ha señalado.
Luján, que ha manifestado su respeto al trabajo de todas las instituciones, considera que la opinión “autorizada” de diferentes miembros de la comunidad universitaria, como la del decano de la Facultad de Educación, “hay que entenderla y respetarla como tal”, ya que “tienen competencia para hacerlo”.
En esta línea, ha puntualizado que dado que la norma en cuestión sobre el ‘pin parental’ se está haciendo, la formación que la institución docente “facilita a egresados de la Facultad de la Educación, que serán los profesores, les capacita para ejercer con total garantía una labor extraordinaria para la formación de ciudadanos y asegurar un futuro en el que el conjunto de derechos y deberes fundamentales, de valores esenciales que están en la Constitución, se respeten”.
Precisamente, hace unos días el decano de la Facultad de Educación de la Universidad de Murcia, Antonio José de Pro, consideraba que con esta polémica del ‘pin parental’ “se está extendiendo una mancha de desconfianza a una profesión que es de las más importantes de la sociedad”.
Lo tachaba de “disparate inoportuno con una trascendencia que va mucho más allá de lo que es una opinión partidista, ya que ese problema no existe y los partidos no están para crear problemas, sino para tratar de resolverlos en el mejor de los casos”.
De Pro afirmaba que se trata de “un menosprecio absolutamente inasumible e increíble hacia una profesión que ha dado muestras increíbles de eficacia social”.
Ensalzaba la labor del maestro y del profesor, que enseñan a niños que “no saben leer ni escribir”, por lo que todo esto “pone a los pies de los caballos la profesionalidad de los maestros, que dedican gran parte de su vida a educar o tratar de educar a niños y adolescentes”.
“Es un disparate que, además, se ha creado exclusivamente para coger y jugar con la educación, que es una cosa muy delicada”, señalaba, para después volver a calificarlo de “inadmisible, desde el punto de vista de cualquier responsable que tenga un poco de sentido común el cuestionar lo que realizan maestros y profesores”.
“No son actividades extraescolares, sino complementarias que se contemplan en el currículum oficial, que pasan por el Consejo Escolar, por todos, y no son arbitrariedades que a uno se le ocurra”, indicaba.
Por ello, instaba a que si hay algún caso de charlas inapropiadas o que se aleccione a los niños a que se diga, “pero no es cierto”. “Si los maestros y profesores han desarrollado una labor increíblemente genial en este país y se sigue desarrollando a pesar de los recortes y no estar bien financiado, ponerle trabas o desconfianza es, cuanto menos, injusto”, indicaba.