Medio centenar de fotógrafos han remitido un escrito a la consejera de Educación y Cultura, Esperanza Moreno, en el que lanzan propuestas para reactivar la cultura en “pleno impacto” por el COVID-19, con el fin de evitar que desaparezca “toda una generación de creadores visuales”, ya marcada por “la precariedad e intermitencia”.
Según informaron fuentes de la organización en un comunicado, una de las propuestas del sector es impulsar un proyecto que refleje “la nueva realidad tras el coronavirus” para “inspirar” a la ciudadanía y “mandar un mensaje de esperanza”, como ocurrió en EEUU tras la crisis económica generada por el crac del 29.
“La fotografía está presente día a día en nuestra vida y pocas veces reparamos en que tras cada imagen hay un creador”, ha apuntado la fotógrafa murciana Mar Sáez, quien considera que en estos momentos “vamos a necesitar personas que documenten, con una mirada crítica, la nueva realidad tras la pandemia”.
La batería de propuestas trasladada a la consejera incluye otras ideas para reflotar al sector como la compra de obras a autores y autoras de la Región; la puesta en marcha de exposiciones colectivas y la creación de plataformas web que pongan en valor el talento fotográfico murciano.
El dúo fotográfico compuesto por Pascual Martínez y Vincent Sáez ha hecho referencia a la importancia de la cultura y la fotografía: “Tras cada obra o producto cultural que consumimos hay una personas que ha de afrontar pagos y facturas; con nuestras reivindicaciones no pedimos caridad, sino solo tener la posibilidad de seguir desarrollando nuestro trabajo y compartirlo con el público”.
Los firmantes han recordado que la fotografía en su vertiente visual ha tenido “en los últimos tiempos” hitos como el programa ‘Panorama’, que, de la mano de CENDEAC, ha mostrado en los dos últimos años el trabajo de 16 fotógrafos, y que culminó con la publicación de un libro.
En este sentido, el coordinador del proyecto, Gustavo Alemán, ha aseverado que “hay talento fotográfico a nuestro alrededor, aunque mucho del mismo podría desaparecer sin apoyo institucional”, al tiempo que ha insistido en que “la salud de una sociedad es también la salud de su cultura y la capacidad de emocionar, informar, denunciar, imaginar y reflexionar sobre el mundo”.