El Complejo Hospitalario de Cartagena podrá habilitar hasta unas 1.000 camas en los hospitales Santa Lucía y Rosell para hacer frente a la atención de pacientes que se presenten por la epidemia del COVID-19.


Coordinado por el Servicio Murciano de Salud (SMS) y la Consejería de Salud, el Área de Salud de Cartagena cuenta con un plan de contingencia para dar respuesta a los posibles escenarios de la emergencia sanitaria actual, con un papel fundamental los hospitales Santa Lucía y Rosell y la Atención Primaria.
Así, la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del Hospital Santa Lucía podría ampliar de 27 a 44 los puestos con los que cuenta y para ello liberaría 17 camas del servicio de Reanimación, convertibles en puestos de cuidados intensivos.
Además, el Hospital del Rosell también realiza el análisis de viabilidad de apertura de puestos de UCI, en el que se está trabajando intensamente tanto por la exigente necesidad de rehabilitación de infraestructuras como dotación de equipamiento y Recursos Humanos que exige.
La oferta de camas en este recinto hospitalario podría verse incrementada en número de manera significativa según las necesidades de las distintas fases de la epidemia.
Igualmente, y dependiendo de la fase de la enfermedad, en ambos hospitales se prevé la liberación de recursos en diferentes unidades como la de Preingreso, Cirugía Mayor Ambulatoria y Hospitales de Día Médicos para seguir ampliando los recursos según las necesidades.
Los hospitales Santa Lucía y Rosell han reforzado su personal en servicios críticos y cuentan con profesionales experimentados en técnicas de ventilación además de equipamiento.
Los objetivos del Plan de Contingencia del Área de Salud y SMS pasan por garantizar de una parte la correcta atención de los pacientes y permitir circuitos diferenciados de patología respiratoria de otras patologías y hacer seguras las condiciones de trabajo de los profesionales.
Así, los centros de salud están poco a poco asumiendo la asistencia de los pacientes de los consultorios periféricos, a la vez que se fomenta la interconsulta no presencial, la consulta telemática o las consultas por teléfono para evitar desplazamientos,
Eso sí, las visitas domiciliarias de los médicos y enfermeras a domicilio se mantienen en los casos en que como hasta ahora eran necesarios e incluso se han intensificado su capacidad, según las necesidades.
A su vez, los hospitales Santa Lucía y Rosell han trabajado en este tiempo en llamar a los pacientes para posponer citas en consultas externas y desprogramar toda aquella actividad quirúrgica que pueda esperar con el fin de tener disponible el mayor número de recursos, humanos y camas, para afrontar la evolución de la epidemia.
Esto quiere decir que los dos hospitales trabajarán al máximo rendimiento ampliando unidades de hospitalización y puestos de cuidados intensivos, de monitorización o de presión negativa según las circunstancias.
En la fase actual y hasta el momento, es el Hospital Santa Lucía el que está centralizando los ingresos de pacientes covid-19 positivos por operatividad y teniendo en cuenta que el Hospital Rosell ya está contemplando su reconversión para dar respuesta al nuevo perfil del paciente de la epidemia COVID-19.
Así, estos pacientes ingresan en la Unidad 42 del Servicio de Neumología que dispone de 17 habitaciones dobles y 1 individual con sistemas de vigilancia de pacientes con soporte ventilatorio y sala de telemetría para la vigilancia activa de pacientes.
Además, la Unidad 31, con 35 camas, está recibiendo a pacientes respiratorios sin infección confirmada. En la siguiente fase, se abrirá la Unidad 32 con otras 35 camas para pacientes con infección respiratoria y que no necesiten de soporte ventilatorio.
Dentro del Plan de Contingencia del Complejo Hospitalario y del Área de Salud, se encuentra la colaboración con instituciones públicas y privadas para incrementar los recursos asistenciales y ponerlos a disposición de la atención de la población.

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