La mayoría de las llamadas son de mujeres (71,3%) que en ocasiones no sólo piden ayuda para ellas sino para algún familiar cercano
El Colegio Oficial de Psicología (COP) de la Región de Murcia habilitó el pasado mes de marzo un servicio telefónico gratuito para atender los problemas emocionales de la población general provocados por la actual crisis sanitaria ocasionada por el coronavirus. Hasta ahora, más de un 40 por ciento de las llamadas reflejan un estado emocional de ansiedad, seguido de desesperación, angustia y miedo.
También aparecen otros estados como tristeza, soledad, duelo ante la pérdida, culpa o falta de control, según se desprende del análisis de las primeras 250 llamadas atendidas por este dispositivo del Colegio de Psicología de la Región, disponible en el teléfono ‘697-445403’ desde las 9.00 hasta las 22.00 horas, de lunes a domingo.
El Colegio destaca que el área con más demanda se corresponde con lo que ellos llaman de manera genérica ’emergencias’, y los profesionales que atienden el teléfono llegan en ocasiones a tener que atender a personas con “pensamientos suicidas”, seguido de dificultades relativas a problemas de salud mental y adicciones.
El 10% de las personas que llaman al teléfono lo hacen tras una pérdida, atravesando un proceso de duelo, y muy de cerca le siguen las llamadas en las que aparecen problemas de educación o manejo de los hijos en el estado de confinamiento. En este caso, el Colegio advierte que de no abordarse estos problemas de manera adecuada, “pueden incluso derivar en violencia intrafamiliar”.
En menor medida, el Colegio Oficial de Psicólogos ha atendido llamadas de intervinientes o problemas relacionados con violencia. “Sin duda, una convivencia que se está extendiendo tanto en el tiempo con personas con las que puedes tener problemas de relación puede conllevar situaciones difíciles de afrontar, aunque también da la oportunidad de poder mejorar la comunicación en el entorno familiar”, añade el Colegio.
PERFIL DE LOS LLAMANTES: MUJERES DE ENTRE 35 Y 55 AÑOS
En cuanto al perfil de los llamantes, el Colegio de Psicología de la Región ha detectado una mayor demanda por parte de las mujeres, que representan hasta el 71,3 por ciento del total. En ocasiones, no sólo piden ayuda para ellas, sino que también buscan orientaciones sobre algún familiar cercano.
Además, el 50 por ciento de las llamadas corresponde a personas con edades comprendidas entre los 35 y los 55 años, mientras que el otro 50 por ciento de las llamas se distribuye de manera similar entre las franjas de edades inmediatamente inferior (menos de 35 años) y superior (más de 55 años). Prácticamente el 90% de las personas que han llamado pertenecen a la población general, y el 12% a un grupo de riesgo.
DISPOSITIVO GRATUITO DE ASISTENCIA
El Colegio puso en marcha este dispositivo el 28 de marzo y ha contado con dos niveles de intervención. Detrás del teléfono ‘697-445403’ se encuentran los miembros del Grupo de Intervención Psicológica de Emergencias y Catástrofes (GIPEC) que cuentan con una dilatada formación y experiencia acreditada en el manejo de situaciones críticas.
En esta primera atención se presta la ayuda que solicita el llamante a través de pautas psicoeducativas, de contención emocional, disminuyendo su angustia o resolviendo la dificultad que presenta. Se trata de una atención breve que atiende la preocupación que plantea la persona y que pueden ser resueltas en este primer nivel.
En ocasiones, la persona requiere una respuesta más específica, para lo que se cuenta con un segundo nivel de intervención, detrás del cual se encuentran más de 250 profesionales de la psicología que son expertos en diferentes áreas de intervención.
El objetivo es dar una respuesta más específica en casos de duelo, en situaciones críticas, en el ámbito educativo o del manejo de los hijos, en el tratamiento de las personas y el entorno donde existe alguna discapacidad, con problemas neurodegenerativos, etc
Asimismo, en este segundo nivel se presta atención específica a intervinientes como las personas que se encuentran en los centros de mayores, y se abordan problemas de salud mental o de adicciones, de violencia de género o problemas de maltrato en el entorno doméstico, así como la atención específica a personas especialmente vulnerables.
A este segundo nivel se derivan en torno a un 25% de las personas que han solicitado ayuda en el dispositivo. En otras ocasiones la derivación se realiza a los recursos con los que cuentan las diferentes administraciones públicas.
El Colegio ha resaltado la profesionalidad de quienes atienden este dispositivo, por su formación y experiencia. A este respecto, advierte del daño que se puede hacer a una persona “cuando se le atiende sin los conocimientos, formación y titulación adecuadas”.
En este sentido, el Colegio lamenta que se está encontrando con recursos ofrecidos a la ciudadanía en esta situación de crisis que no son atendidos por profesionales de la psicología. “Por ello, insistimos en que es necesario tener la certeza de quién está ofreciendo el servicio”, según el Colegio, que es garante de esa atención.
LOS PSICÓLOGOS, FUNDAMENTALES EN LA GESTIÓN EMOCIONAL
Cabe recordar que, desde que se declaró el estado de alarma el pasado 13 de marzo, la Junta de Gobierno del Colegio Oficial de Psicología de la Región de Murcia comenzó a diseñar un dispositivo de atención psicológica dirigida a atender las dificultades que a nivel emocional y psicológico pudieran tener diferentes sectores de la población.
El Colegio de Psicología, experto en la intervención en otras situaciones de crisis, conoce bien la necesaria intervención precoz en circunstancias que pueden generar angustia, miedo, desesperanza o incertidumbre como las que está produciendo el confinamiento.
Asimismo, el Colegio es experto en gestionar el duelo que atraviesan los que han perdido a un familiar con las condiciones tan difíciles que ocasiona la pandemia, en la que los familiares y allegados no pueden acompañar a sus seres queridos, dificultando el necesario tránsito y despedida.
Igualmente, el Colegio dispone de las herramientas para gestionar la soledad que pueden sufrir las personas que viven solas, o las dificultades que a todo esto hay que añadir si se trata de atender a personas con alguna dificultad específica y que puede generar conflictos. Asimismo, explica que se necesitan de otras estrategias o herramientas para poder atender necesidades especiales como puede ser una demencia o un trastorno concreto.
El Colegio advierte que esta atención es necesaria tanto en la actualidad como en los próximos meses, “porque se van a sumar todas las dificultades ya señaladas con aquellas que va a ocasionar la pandemia a nivel económico y que van afectar a muchas personas, especialmente a las que se encontraban ya previamente en una situación de especial vulnerabilidad”.
El Colegio remarca que para la atención de todas estas personas es necesaria la presencia de profesionales de la psicología especialmente en tres ámbitos específicos: psicólogos clínicos en los centros de atención primaria; psicólogos en los centros de servicios sociales; y psicólogos en los centros educativos.
Según los primeros datos que llegan desde China, algunas de las consecuencias psicológicas adversas del COVID-19 tienen que ver con depresión, estrés, bajo estado de ánimo, sintomatología postraumática, ira, miedo, ataques de pánico, falta de concentración o desesperanza, entre otros.
“Si se acentúan o cronifican estos problemas emocionales pueden dar lugar a problemas mentales a más largo plazo”, advierte el Colegio. Por eso cree que se hace “más necesaria” la presencia de psicólogos en los diferentes ámbitos señalados para poder abordar la sintomatología y las dificultades de manera temprana.